Las piezas, que comenzarán a emitirse durante el cuarto trimestre del año, tienen un formato PROOF, ya que están diseñadas y acuñadas con técnicas y calidad superiores a las monedas que se elaboran para poner en circulación. Su precio de venta al público se fijará a partir de la cotización diaria en el mercado mayorista, es decir, el precio de cotización del oro en tiempo real, incrementado en un 10%, en tanto que la moneda estará exenta de tributación sobre el impuesto del valor añadido.
La moneda tendrá un peso de una onza ‘troy’ (31,1035 gramos), una pureza de 999,9 milésimas, un valor facial de 1,5 euros, un diámetro de 37 milímetros y forma circular con canto liso.
Desde hace unos años, la Fábrica Nacional de Moneda y Tímbre, Real Casa de la Moneda ha venido estudiando la posibilidad de sumarse al mercado mundial de bullion o monedas de metales preciosos destinadas mayoritariamente a la inversión. Este sector elabora sus piezas con un peso internacional de una onza troy (31,10 gramos), salvo China que aplicó desde el año 2016 el sistema métrico decimal, con un peso de 30 gramos. Si el país asiático acuña pandas, la estadounidense US Mint águilas, la australiana Perth Mint canguros, o en Sudáfrica el antílope springbok, la Ceca española ha decidido dedicar los reversos de sus bullion al lince ibérico.