Moneda Romana Antigua de Carausio, de valor Antoniniano. Comprar Moneda Romana Antigua conservada en muy Buen Estado (MBC+). Ex subasta Classical Numismatic Grau 83 (2010), lote 248.
Carausio era un hombre de origen humilde, un menapio de la Galia Bélgica que destacó en la campaña de Maximiano en la Galia en 286. Este éxito, y su antigua ocupación guiando las naves al salir de los puertos, lo llevó a su nombramiento como comandante de la Classis Britannica. Esta era una flota con base en el Canal de la Mancha con el cometido de acabar con los piratas francos y sajones.
Al cabo del tiempo, comenzó a sospecharse que retenía para sí los botines y que permitía a los piratas llevar a cabo sus ataques y enriquecerse en lugar de actuar contra ellos, y Maximiano ordenó su ejecución. A finales de 286 o comienzos de 287 Carausio supo la sentencia y contestó declarándose Emperador de Britania y norte de la Galia. Sus fuerzas abarcaban no sólo su flota, aumentada con nuevas naves construidas por él, y las tres legiones asentadas en Britania, sino también una legión con la que se hizo en la Galia, cierto número de unidades auxiliares extranjeras y mercenarios bárbaros atraídos ante la perspectiva de sacar un buen botín.
Maximiano preparó una invasión de Britania en 288 o 289 para expulsarle, pero no pudo llevarla a cabo. Un panegírico entregado a Constancio I Cloro lo atribuye al mal tiempo, pero dice también que Carausio se atribuyó la victoria militar. Eutropio dice que las hostilidades fueron vanas gracias a la destreza militar de Carausio y que se acordó la paz. El usurpador comenzó a tener visiones sobre su legitimidad y reconocimiento.
Acuñó moneda propia y llevó su valor al nivel de la romana, así como consideró y honró a Maximiano y luego a Diocleciano. La acuñación es la fuente principal de información sobre el emperador; sus monedas eran inicialmente primitivas pero pronto se hicieron más elaboradas y fueron acuñadas en casas de Londinium, Rotomagnus y un tercer lugar, posiblemente Colonia Claudia Victricensis. Parece que apeló al desagrado de la población británica con la dominación romana: acuñó monedas con los emblemas Restitutor Britanniae (Restaurador de Britania) y Genius Britanniae (Espíritu de Britania). Un hito de Carlisle con su nombre en él sugiere que toda la Britania romana estaba a su alcance.
Esta situación se prolongó hasta 293, cuando Constancio Cloro, ahora César de Occidente, marchó sobre la Galia y la reclamó para el Imperio. Aisló a Carausio sitiando el puerto de Bononia e invadiendo Batavia en el delta del Rin, con lo que aseguraba su retaguardia contra los aliados francos del usurpador. No pudo realizar la invasión de Britania hasta que no se construyó una flota apta para la ocasión. No obstante, la continuidad de Carausio en el poder estaba sentenciada. Alecto, a quien había puesto al cargo del tesoro, lo asesinó y se hizo con el poder. Su reinado sólo duró tres años, tras los cuales fue vencido y muerto por el subordinado de Constancio, Julio Asclepiodoto.