Moneda Antigua Española correspondientes a Saiti, de valor . Moneda Antigua Española Ibérica con emisiones de mediados S.II a.C.
Desde el siglo V a.C. los iberos emplearon como dinero lingotes, objetos y recortes de plata y oro, junto a unas pocas monedas griegas o púnicas. Las primeras emisiones peninsulares griegas (Emporion, Rhode) y más tarde ibéricas (Arse), facilitaron los pagos en su entorno al introducir monedas con un peso estándar y una calidad metálica garantizada.
Arse (Sagunt) fue, en el siglo IV a.C., la primera ciudad ibérica que acuñó moneda. En el siglo II a.C. se extendió esta práctica, y más de 200 ciudades de la Península Ibérica fabricaron emisiones de bronce propias, imprescindibles para las transacciones cotidianas, aunque unas pocas también acuñaron plata para pagos importantes. Los talleres monetales valencianos fueron Arse (Sagunt), Saitabi (Xàtiva), Kelin (Caudete de las Fuentes) y Kili (¿La Carència?).
Se conoce como Hispania Antigua a los territorios de la península ibérica y las islas Baleares durante el periodo histórico de dominación romana.
Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a. C. y los principios del siglo V. Cuando, tras la caída del Imperio romano de Occidente en 476, entran los visigodos en la Península, sustituyendo a la autoridad de Roma. A lo largo de este periodo (seis siglos) tanto la población como la organización política del territorio sufrieron profundos e irreversibles cambios. Además, quedaron marcadas para siempre con la inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.
Lo que se inició a finales del siglo III a. C. como una invasión estratégica para cortar las líneas de abastecimiento cartaginesas que sostenían la invasión de la península itálica por Aníbal durante la segunda guerra púnica, pronto pasó a ser una invasión de conquista que en unos doce años había expulsado por completo a las fuerzas cartaginesas de la Península.
Sin embargo, Roma aún tardaría casi dos siglos en dominar la totalidad de la península ibérica. Todo esto debido a la resistencia de los pueblos del interior (celtíberos, lusitanos, astures, cántabros…) Dos siglos de guerras intermitentes aunque extremadamente violentas y crueles. Tras los cuales las culturas prerromanas de Hispania acabaron casi por completo exterminadas. La dominación romana perduraría hasta la entrada en Hispania de las primeras tribus bárbaras. Ya en el siglo V, formando durante los siete siglos de influencia romana una población homogénea en Hispania conocida como «hispanorromana».